Cada día que transcurre crece la importancia de reciclar, más aún cuando se trata de residuos tan contaminantes como las pilas. Ocurre que una vez agotadas, si las tiramos a la basura llegan a los vertederos y estos metales, altamente tóxicos, se liberan al ciclo del agua a través de la lluvia o del gas producido al quemar la basura.
Te preguntarás por qué las pilas contaminan tanto. La respuesta está en la cantidad de mercurio y cadmio que contienen, metales nocivos no sólo para el medio ambiente, sino también para la salud. A continuación te damos la información que necesitas a la hora de usar las pilas y deshacerte de ellas. Si quieres evitar males mayores, no lo dudes: recopila y recicla.
Los principales problemas para el medio ambiente derivados del consumo de pilas pueden resumirse en el deterioro producido por la toxicidad de sus componentes, el agotamiento progresivo de las materias primas utilizadas en su fabricación y, por último, el peligro potencial de los componentes de las pilas.
Todas las pilas contienen cierta cantidad de metales pesados como cadmio, mercurio, plomo... sustancias nocivas que representan un peligro potencial para la salud y el medio ambiente.
La opción más inteligente es depositar las pilas usadas en los lugares destinados a su recogida y exigir a los organismos competentes su reciclaje.
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